Con la llegada del final del verano, la vuelta a casa de las vacaciones y a la vuelta del cole de los peques se impone organizar la casa de la forma más práctica posible. Saber cómo ordenar un vestidor y preparar tu armario para la llegada del frío es algo que se debe hacer con cierta anticipación y de forma meditada, sin prisas de última hora.
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Limpieza a fondo
Para saber cómo ordenar un vestidor lo primero que debemos comprobar es el espacio del que disponemos y proceder a una limpieza a fondo del mismo, seleccionar las prendas que nos vamos a poner la próxima temporada y retirar todas aquellas que ya no vamos a utilizar es básico.
Uno de nuestros consejos es realizar un “triage” adecuado, ordenando el tipo de prendas que sí quieres guardar,y realizar una selección de aquello a lo que puedas dar otros usos. Seguro que hay ropa que puedes regalar, ropa que directamente vas a desechar y otra a la que le darás un uso distinto. Lo mejor es vaciar el armario por completo a poder ser, y por partes, así no lo convertiremos en una batalla campal.
A medida que vacíes una sección, procede a limpiar bien el mueble con los productos adecuados, así como los cajones, las perchas o las cajas contenedoras que puedas tener. Una vez con los espacios diáfanos y a medida que vayas colocando las prendas, podrás ver más claramente aquello que quieres tirar, reciclar o reutilizar.
Organización ante todo
Aquel principio fundamental del orden que nos enseñaron nuestras madres cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa, es el eslogan que debes memorizar si quieres saber cómo organizar un vestidor.
Habrás comprobado que incluso un vestidor pequeño hay apartados que podrían ser por sí solos pequeños armarios, ya que pueden responder a una funcionalidad concreta o un diseño práctico exclusivo para cierto tipo de prendas Por otro lado encontrar el hueco perfecto para aquellas prendas que necesites tener más a mano dejando a un lado las que por su estacionalidad vas a utilizar menos es primordial.
Organízate de tal forma que siempre esté más cerca y visible aquello que vas a necesitar con la llegada del frío: abrigos, chaquetas, anoraks…
Por otro lado, las faldas ligeras posiblemente sean arrinconadas en favor de pantalones así que comprar unas perchas adecuadas puede ser también primordial. Lo mismo va a ocurrir con los zapatos. Las sandalias, a no ser que sean para una ocasión especial de “entretiempo” y muy elegantes, dejarán paso a los zapatos cerrados y a las botas, con lo cual también se impone revertir el orden del calzado de modo que cada día, al revisar nuestro outfit veamos, inmediatamente, qué vamos a ponernos.
Si tu vestidor es espacioso quizás no te veas en la necesidad de organizarlo por estaciones. En este caso será suficiente poner cada tipo de prenda en un lugar independiente del que no se muevan en todo el año. Si es así, la opción perfecta para cómo ordenar tu vestidor puede ser otra: por colores.
La selección de colores es fundamental si quieres conseguir el sumo del orden nuestro consejo es que vayas del claro al oscuro o viceversa, teniendo en cuenta siempre la iluminación. Si dispones de una ventana con luz natural o un tocador con luz adicional, dirige hacia allí los tonos más oscuros, así siempre podrás vislumbrar mejor los matices de cada color.
Cajones y cajas: imprescindibles
Los cajones son realmente imprescindibles en cualquier buen vestidor, pero las cajas no se quedan atrás. Existen cajas de almacenamiento de muchas formas tamaños y colores, por lo que seguro que puedes encontrar la adecuada: buscará que sea más acorde con tu estilo y diseño y así potenciarás todavía más la estética del interior.
En ellas podemos poner aquello que por pequeño o por un uso específico no vamos a utilizar en mucho tiempo: bikinis pareos sombreros de playa…
Cómo ordenar un vestidor con ellas será muy fácil poniéndolas en la parte superior de las estanterías donde menos van a molestar y donde más difícil es el alcance diario. Para organizar los cajones bastará que cada cajón contenga un tipo de ropa o de complementos y éstos estén bien doblados y dispuestos. Desde camisetas o ropa interior a bufandas, corbatas o pañuelos, los cajones nos permitirán tenerlo todo en perfecto orden y concierto.
